INSTRUCCIONES PARA DETENER EL TIEMPO
Te hice en mi recuerdo fuerte libre y salvaje Como el gato
blanco que habita en tu portal,
Entre el de Pessoa y Cavafis o tal vez fuera Leonard Cohen
Susurrándote al oído.
Miedo y ternura en tus pupilas tras un fracasado viaje a
Jaipur,
Capital sita en Londres, Con sus pavos reales correteando revoltosos
por Hyde Park.
Como el capitán Daniel Gregg
quedo solo en mi torreón blanco Montaigne
Con mi catalejo apuntando hacia la bahía, planeando nuestra
huida hacia delante
Zarpando contigo hacia una costa perdida donde dar un golpe
de estado al tiempo
Y Por las noches escribo intentando apuntalar medio verso sobre
algo que sentí.
Pero quedas en una realidad muda de tanto mordernos los
labios en público
Entre tu palabra y tus manos Los pliegues de tu sonrisa o de
tu voz o de tu mirada,
Y La indemostrable sensación de haber encontrado por fin lo
que nunca perdí
Delirios tontos de un encallecido corazón o Divagaciones en
un mundo enloquecido
Delirium tremens de no sentirte de no verte perdido entre
tanta cara extraña.
Y a solas dibujarán mis dedos nuevamente por el aire el mapa
marítimo de tu piel
De Norte a Sur, Estrella a estrella, de lunar en lunar en el
ancho y prohibido mar
Que pueden llegar a ser tus abrazos, donde señalicé los
arrecifes cargados de muertos
Por donde se despeñaron mis besos y los rincones ocultos
bajo la cálida cueva
Entre tu cuello y tu pelo donde me escondía buscando algo de
ternura algo que hiciera
Este mundo un poquito más amable y que no hiciera tan
doloroso este cielo tan azul.
Aquel Verano un gato blanco no abandonó tu portal, el tiempo
fue infinito varias veces
De madrugada, y aprendimos que Dios manda lo justito en su
casa, que un héroe
Es un cobarde en mal momento y que ya puedes cambiar de
cielo Poniendo kilómetros
De distancia o tratar de engañarte con vagas excusas e
ilusiones gramaticales:
Al final, pequeña Alicia, siempre Llegarás a la seta de la
Oruga fumando en su boquilla.
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