Esperando el Otoño

Te recordaba con tu boina gris caminando hacia el Otoño
enamorada y feliz en los versos del otro,
pero la calle seca y parda se descama bajo tus sandalias.

El día vacío me aturde en un retumbar ilógico a mi alrededor,
un quehacer tarde, a desgana, de donde aflora un recuerdo,
un abrazo, mil besos en su deleite gozoso, en su sabor,

y un "Qué hará ahora?", "Qué fue aquello que no hice, Qué no dije?"
y al final llegar a la noche sorda que nunca fue tan fría ni larga,
engañando al sueño por no volver a verla, engañándome vilmente
para no ser consciente de la realidad del momento: sólo me falta tiempo.

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